Científicos de Illinois dicen que la educación evangélica hace que la gente canalice las emociones reprimidas con mayor eficacia que los miembros de otras religiones.
Los evangélicos han demostrado ser más creativos que los católicos y los judíos.
El objetivo de la investigación, era la tesis de que las personas introvertidas en cuanto a sus emociones sobre el sexo y la ira son las personas más creativas más abiertas y extrovertidas. Es decir, según ellos la educación evangélica hace que la gente canalice las emociones reprimidas con mayor eficacia que los miembros de otras religiones.
La investigación coordinada, por Emily Kim, Veronika Zeppenfeld y Dov Cohen, afirma que judíos y católicos no se ocupan de los sentimientos sobre el sexo como los evangélicos que podrían canalizar estos sentimientos de culpa por el desarrollo de su creatividad.
El equipo dice se basó en un estudio de Sigmund Freud y Max Weber, que comenzó en la década de 1920, lo que prueba la existencia de un vínculo entre el alto índice de inteligencia, la creatividad y la religión. Freud y Weber entrevistaron a los participantes cuando eran niños y se repiten las mismas entrevistas a lo largo de las décadas siguientes.
En la década de 1950, los investigadores hicieron preguntas específicas. Incluyendo si los participantes tenían “grandes problemas o dificultades en relación con el sexo”, y pedir una lista de todos sus logros creativos.
El experimento del siglo 21 incluía muestra de imágenes de mujeres atractivas y preguntas que “sexualmente eran incómodas para los participantes”.
Los resultados finales muestran que “los evangélicos producen obras de arte más creativos (esculturas, poemas, collages, dibujos), cuando se prepararon con palabras relacionadas con auto-condena o forzados a reprimir su ira”.
Por su parte, los católicos y los judíos trataron por otros medios, incluyendo los rituales de la confesión y la purificación, por ejemplo.
Los científicos de Illinois creen que la creatividad influyó en la formación de los países protestantes. Por lo tanto, la mayoría de ellos tenían un desenvolvimiento más acelerado que los países de mayoría católica.
También afirman que “tanto el judaísmo como el catolicismo tiene instituciones formales claras y rituales que permiten a una persona cómo expiar sus pecados y arrepentirse de cada uno”, así que para ellos no hay que lidiar con la culpa y la ira de manera diferente.
