Investigadores de la Universidad de Colonia (Alemania) han descubierto que masticar pochoclos, mientras se proyectan los anuncios previos a la película, interrumpe el mensaje subliminal de la publicidad en los cines.
Para demostrar la teoría, se invitó a un grupo de 96 personas a ver una película precedida por una serie de anuncios. La mitad de los participantes recibió pochoclos gratis durante toda la sesión, la otra mitad sólo recibió un pequeño terrón de azúcar que se disuelve inmediatamente en la boca.
Una semana más tarde, se volvió a reunir a los participantes en un laboratorio y se les pidió que identificaran una serie de productos, entre ellos, algunos de los que se habían publicitado en el cine. Los anuncios no habían dejado ningún efecto sobre aquellos espectadores que habían tomado los pochoclos , mientras que los otros participantes, mostraron respuestas psicológicas positivas a los productos que habían encontrado en los anuncios.
“La actividad
de comer pochoclos de maíz hizo a los participantes inmunes a los efectos persuasivos de la publicidad”, afirmó Sascha Topolinski, una de las investigadoras.
Durante la segunda parte de la investigación, 118 personas recibieron una cantidad de dinero para comprar una loción hidratante de entre seis posibilidades y después donarla a una ONG de entre otras seis opciones. Antes de la prueba, los 118 individuos fueron expuestos a spots en los que se anunciaban tres de esas lociones y tres ONG. De nuevo, los que masticaron palomitas eligieron los productos al azar mientras que el otro grupo seleccionó marcas y ONG de los mensajes publicitarios visionados.