Por Eric Balbi
Opinan: Emmanuel Espinosa, Mirta Rodríguez, Manu Galarza, Sarai León, Lucas Nestereno, Ana Pérez Tinedo, Héctor Portillo, Karina Espinosa, Jorge Labanowski, Israel Echegaray, Camilo Costantino, Mariángeles Montes, Marcelo Bellotta e Isaías Saracho.
Producción periodística y recopilación histórica: Damián Sileo
Opinan: Emmanuel Espinosa, Mirta Rodríguez, Manu Galarza, Sarai León, Lucas Nestereno, Ana Pérez Tinedo, Héctor Portillo, Karina Espinosa, Jorge Labanowski, Israel Echegaray, Camilo Costantino, Mariángeles Montes, Marcelo Bellotta e Isaías Saracho.
Producción periodística y recopilación histórica: Damián Sileo
Jueves negro para el mundo musical cristiano. ¡No se alarmen! No murió nadie, aunque la noticia, a algunos, les cayó como si se hubiera dado el anuncio de un obituario. Es que tras 30 años –y un poco más- de trayectoria, Rescate dijo “No more”, y desató la andanada de comentarios por doquier en las redes sociales. Por supuesto, no faltaron los homenajes personales que fans, músicos de otras bandas, gente de los medios y hasta algunos líderes eclesiásticos, han hecho publicando alguna foto junto a la banda o alguno de sus integrantes.
En esta reseña emotiva de Eric Balbi incluimos los textuales de varios personajes del ambiente que quisieron decir lo suyo a través de La Batea. La consigna era escribir lo primero que se le venía a la cabeza tras la noticia. Hubo agradecimientos, anécdotas, sorpresas y hasta algún reproche. Sin editar nada, esto fue lo que dejó Rescate luego de tres décadas de rock.
En esta reseña emotiva de Eric Balbi incluimos los textuales de varios personajes del ambiente que quisieron decir lo suyo a través de La Batea. La consigna era escribir lo primero que se le venía a la cabeza tras la noticia. Hubo agradecimientos, anécdotas, sorpresas y hasta algún reproche. Sin editar nada, esto fue lo que dejó Rescate luego de tres décadas de rock.
La histórica banda Rescate anunció el jueves 27 de febrero, luego de tomarse un año sabático, que le ponía definitivamente un final a más de 30 años de actividad en la escena musical. La repercusión de la noticia causó, de un lado, tristeza de saber que se nos va una querida banda de nuestro ambiente cristiano, que supo llenar de música y mensaje a más de una generación y por otro lado agradecimiento y un honrar de colegas, predicadores y personas afines a la industria, recordando momentos vividos con el grupo. Y es que hicieron tantas cosas, durante tantos años, que casi todos tenemos una anécdota de cómo llegó su arte a nuestras vidas. Abundan las historias; desde cassettes, discos enteros o canciones sueltas, sus conciertos de distinta índole (evangelisticos, en iglesias, congresos, salas de renombre, compartiendo escenario con bandas cristianas, seculares, hasta en el Vaticano), videoclips, entrevistas…
En mi infancia circulaba un cassette que contenían las canciones de su primera producción “Ninguna Religión” (o su “remix”, editado en 1994, ya a esta altura no lo recuerdo), tomaba los auriculares y me sumergía en cada uno de sus temas, mientras daba mis primeros pasos en descubrir el mundo de la música.
Fue la banda que más tuve la oportunidad de ver en vivo, desde la época que arriba del escenario superaban los 4 o 5 integrantes -en algunas canciones se subía a tocar su ex trompetista Rubén López, quien luego fue stage manager de la banda- llegando a ser una agrupación de unos 8 músicos. Así recorrió mi vida, las canciones pasaron por mi niñez, mi adolescencia, juventud y seguirán, seguramente, en mi vida adulta, porque aunque la banda no toque más, sus clásicos seguirán sonando y siendo recordados por todos los que nos gustan, la poesía de sus letras seguirá brillando. A criterio personal Ulises es uno de los mejores letristas cristianos de Latinoamérica.
Se despidieron, pero creo que la monada rescatera quiere una más, así que desde La Batea me tomo el atrevimiento de proponer, ¿por qué no un show despedida?
En mi infancia circulaba un cassette que contenían las canciones de su primera producción “Ninguna Religión” (o su “remix”, editado en 1994, ya a esta altura no lo recuerdo), tomaba los auriculares y me sumergía en cada uno de sus temas, mientras daba mis primeros pasos en descubrir el mundo de la música.
Fue la banda que más tuve la oportunidad de ver en vivo, desde la época que arriba del escenario superaban los 4 o 5 integrantes -en algunas canciones se subía a tocar su ex trompetista Rubén López, quien luego fue stage manager de la banda- llegando a ser una agrupación de unos 8 músicos. Así recorrió mi vida, las canciones pasaron por mi niñez, mi adolescencia, juventud y seguirán, seguramente, en mi vida adulta, porque aunque la banda no toque más, sus clásicos seguirán sonando y siendo recordados por todos los que nos gustan, la poesía de sus letras seguirá brillando. A criterio personal Ulises es uno de los mejores letristas cristianos de Latinoamérica.
Se despidieron, pero creo que la monada rescatera quiere una más, así que desde La Batea me tomo el atrevimiento de proponer, ¿por qué no un show despedida?
Pido la palabra
“¿Qué se me viene en mente? Que el día iba a llegar y a partir de él nacería una leyenda. Ya sabemos de todos los logros; siempre los primeros en hacer esto, en estar allá, etc etc.
Deambularon 30 años; ahora solo falta saber quién cruzará a la tierra prometida (banda que pegue en lo secular al 100%) porque ellos el camino ya lo marcaron”. (Camilo Costantino, miembro fundador del Club Amigos de Rescate)
«Recuerdo haber producido un par de shows de Rescate en tiempos del ‘Remix’. Ya se notaba lo que iba a significar la banda con el paso del tiempo. Lo que generaba en el público cada vez que se subía al escenario era algo único y hasta ese momento, nunca visto en el ambiente. Siempre quedará el recuerdo de haber sido, de alguna forma, partícipe de esos inicios gloriosos de una banda querida que hoy hizo su parada final. Siempre estarán en nuestros corazones» (Ana Pérez Tinedo, directora de Agencia Comunicarles)
“Pensar en Rescate es pensar en aventuras, en lírica y música… la banda siempre nos ha expuesto a la Palabra, a usar el cerebro y a salir de fórmulas. Por eso, saber de la nueva fase que viene para ellos, como individuos, es emocionante; sin duda lo mejor, pues estar en la voluntad de Dios es el mejor lugar para estar. ¡Gracias Jesús por Rescate!” (Emmanuel Espinosa, líder y cantante de la banda mexicana Rojo)
“Una pérdida lamentable para la música cristiana. Recordé cuando Charly anunciaba el adiós de Sui Géneris. Para los adolescentes de la época fue un golpe duro. Treinta años sembrando vida en miles de corazones que nunca los olvidarán». (Mirta Rodríguez, locutora)
“Hablar de Rescate es hablar de gran parte de nuestra juventud. Fue la banda que marcó nuestra generación (por lo menos la mía). Podría contar un montón de anécdotas que tengo con la banda, como fan y haciéndole entrevistas. Una que me quedó grabada es cuando tocaron en un evento en Rosario en 2007. Yo estaba haciendo radio y quería entrevistarlos. La seguridad no me dejaba pasar, así que saltamos por el escenario a la parte donde estaban los músicos. Lo encontramos a Ulises y le sacamos unas palabras; yo estaba grabando con un reproductor de MP3 ¡pero la nota no se grabó! ¡Me quería matar! 15 días después tocaban en San Nicolás y fuimos de nuevo. Otra vez tras Ulises para que al menos nos diera un saludo (su cara fue indescriptible). Lo hicimos, ¿y qué pasó? ¡No lo grabó… de nuevo! Pobre Ulises, lo volvimos loco, ja. Tres veces lo hicimos hasta que funcionó. También pudimos lograr una nota más extensa con Marcelo Barrera. Momentos en el recuerdo”. (Lucas Nestereno, Radio Gospel, de Rosario)
“Lo primero que pensé es que, en cierta forma, es la crónica de una muerte anunciada, pero no deja de conmoverme. La influencia de Rescate y de su música en mi vida es bien sabida, aunada al trabajo realizado con Amigos de Rescate por varios años. Amo su trabajo musical, la energía que trajeron a la música cristiana juvenil, y los cuento entre mis amigos. Creo que somos muchos los que vamos a extrañarlos buscando lío”. (Sarai León, Jefa de Comunicaciones de Allegro Agencia, México)
“¿Cuántas bandas musicales han perdurado 30 años? ¿Que sean actuales en toda su carrera? ¿Que convoquen multitudes en cada uno de sus conciertos? Conocí a Rescate en 1994, con el lanzamiento de Remix. Los he visto en muchísimas ocasiones más e indudablemente es de las pocas bandas (entre nacionales e internacionales) que ha logrado mantenerse vigente a lo largo de sus 3 décadas. Rescate fue un fenómeno en todos los sentidos. Aunque sabemos que ‘nada es para siempre’. Se los va a extrañar”. (Jorge Labanowski, ex distribuidor de música cristiana)
“Rescate marcó una era. Es muy difícil que otra banda de rock o metal pueda llegar a trascender tres generaciones como lo hizo Rescate. No importaba qué estilo musical consumieras, si sonaba «Quitamancha» u «Otra Oportunidad» había que saltar. Rescate fue eso, un puente que unió a personas que disfrutaban de su música, sus letras y su arte”. (Karina Espinosa, directora de Santuario)
“Al leer el comunicado de Rescate informando su disolución lo primero que sentí fue tristeza, porque en mi postura egoísta todavía guardaba cierta esperanza de volverlos a ver en vivo. Sin embargo, esto fue el desenlace de una crónica anunciada desde hace mucho tiempo y que ninguno de sus seguidores quería aceptar. Porque quien dice jamás abandonar, siempre te da la chance de tener otra oportunidad. Aunque la monada siga pidiendo más…
Me permito unas anécdotas:
1) Corría el año 1990 y Rescate había grabado “Ninguna religión” pero estaba prácticamente disuelta por la partida de uno de sus fundadores, el tecladista Jonathan Thompson, que viajó hacia los Estados Unidos. Sin embargo, la banda de San Nicolás revivió tras el llamado de Osvaldo Carnival para participar de un evento de jóvenes en el que además participaría Marcelo Guidi, Judá y Nuevo Pacto (mi banda). Ulises no dudó en decir que sí, y junto al resto del grupo se subió a una combi rumbo a Buenos Aires. Mientras tanto, en el auditorio de Catedral de la Fe aguardaba el único músico que vivía en Capital Federal, el “Negro” Walter Albornoz. Sin embargo, el transporte se quedó en la ruta y Rescate jamás llegó a destino. Así que regresaron recién al año siguiente, para tocar en un festival de la primavera organizado por Catedral de la Fe en el que finalmente compartimos el escenario emplazado en el Parque Chacabuco.
2) En 1992 luego de la grabación de su segundo disco “Puentes para madurar”, con Nuevo Pacto participamos de un concierto en Lanús junto a Ion Kipur, Boanerges y Kyrios. El sonidista era Walter Guiriani, que nos enloqueció con este disco del que había participado en su grabación. Cada dos por tres se escuchaba ‘La nube del mal’, en medio de la prueba de sonido de un concierto de heavy metal.
3) En 1991 también compartimos otra fecha con Rescate en Villa Adelina. Aunque la particularidad de este concierto, es que el escenario no pudo armarse en su totalidad por falencias en la estructura. Así que solamente se pudo poner madera en el lugar en donde estaba emplazada la batería, sobre la enorme estructura metálica. El resto de los músicos tuvo que tocar en el llano del predio en el que se había organizado el evento, así que tanto Rescate como nosotros tocamos muy cerca del público presente a excepción del baterista que nos veía desde arriba”. (Marcelo Bellotta, periodista y fundador de la banda Nuevo Pacto)
Me permito unas anécdotas:
1) Corría el año 1990 y Rescate había grabado “Ninguna religión” pero estaba prácticamente disuelta por la partida de uno de sus fundadores, el tecladista Jonathan Thompson, que viajó hacia los Estados Unidos. Sin embargo, la banda de San Nicolás revivió tras el llamado de Osvaldo Carnival para participar de un evento de jóvenes en el que además participaría Marcelo Guidi, Judá y Nuevo Pacto (mi banda). Ulises no dudó en decir que sí, y junto al resto del grupo se subió a una combi rumbo a Buenos Aires. Mientras tanto, en el auditorio de Catedral de la Fe aguardaba el único músico que vivía en Capital Federal, el “Negro” Walter Albornoz. Sin embargo, el transporte se quedó en la ruta y Rescate jamás llegó a destino. Así que regresaron recién al año siguiente, para tocar en un festival de la primavera organizado por Catedral de la Fe en el que finalmente compartimos el escenario emplazado en el Parque Chacabuco.
2) En 1992 luego de la grabación de su segundo disco “Puentes para madurar”, con Nuevo Pacto participamos de un concierto en Lanús junto a Ion Kipur, Boanerges y Kyrios. El sonidista era Walter Guiriani, que nos enloqueció con este disco del que había participado en su grabación. Cada dos por tres se escuchaba ‘La nube del mal’, en medio de la prueba de sonido de un concierto de heavy metal.
3) En 1991 también compartimos otra fecha con Rescate en Villa Adelina. Aunque la particularidad de este concierto, es que el escenario no pudo armarse en su totalidad por falencias en la estructura. Así que solamente se pudo poner madera en el lugar en donde estaba emplazada la batería, sobre la enorme estructura metálica. El resto de los músicos tuvo que tocar en el llano del predio en el que se había organizado el evento, así que tanto Rescate como nosotros tocamos muy cerca del público presente a excepción del baterista que nos veía desde arriba”. (Marcelo Bellotta, periodista y fundador de la banda Nuevo Pacto)
“Leer sobre el retiro de Rescate me impactó. Por años solemos resistirnos a la idea del retiro y más aun cuando se es artista, músico… ¡¡¡lo ves muy lejano!!! Ahora entiendo que es muy importante entender que se ha cumplido una etapa. ¡Y vaya que fue buena! Rescate será siempre el pelo en la leche de la música cristiana”. (Mariángeles Montes, cantante de RDV)
“Personalmente no me gustan las despedidas, no es fácil dejar marchar. Decir adiós duele, es triste y la melancolía se apodera de uno. A veces es necesario, a veces opcional y otras muchas veces es el reloj de la vida quien precipita la despedida. El anuncio de que Rescate se despide como banda me trajo una sensación agridulce. Me pone un poco triste porque es una banda con la que crecí y pensaba que este momento aún no llegaría. Y por otro lado me pone alegre por cada integrante: sé que ahora vendrán otros tiempos, otras metas, otros proyectos y sé que seguirá. Y a uno lo pone bien saber eso, que a pesar de que se despiden, lo hacen grandemente, después de 30 años donde demostraron ser una excelente banda de rock. De corazón, deseo lo mejor para cada integrante, esperando algún día volver a verlos tocar…” (Manu Galarza, redactor de La Batea Magazine)
“Esta despedida de Rescate me lleva, simplemente, a darle gracias a Dios por sus vidas, a ellos por su entrega e inversión de tiempo y talento marcando generaciones y abriendo caminos a las bandas que les siguieron. Todo puede pasar pero su palabra permanece”. (Isaías Saracho, periodista, conductor del programa “Buenas Noticias”, por la TV Pública)
“En 2002 me tocó ser asistente, pude ver desde adentro uno de los picos más altos de la banda. Ahora que todo terminó y ya sin ser fan hace mucho tiempo, veo batallas ganadas y otras perdidas, veo personas que hoy son sensibles a lo que Dios les dice y hacen SU VOLUNTAD.
Que Dios cumpla su propósito en ellos, en sus familias, en sus casas y que su único deseo sea hacer la voluntad de Dios y no la de ellos mismos”. (Israel Echegaray, ex fan, ex asistente y actual librepensador)
Que Dios cumpla su propósito en ellos, en sus familias, en sus casas y que su único deseo sea hacer la voluntad de Dios y no la de ellos mismos”. (Israel Echegaray, ex fan, ex asistente y actual librepensador)
“Rescate es una banda que siempre admiré y seguí su carrera de cerca. Con el tiempo pude conocerlos, compartir escenarios, grabaciones, asados. Hoy cierran esta etapa después de 30 años pero espero que sea el comienzo de algo grande para cada uno de ellos”. (Héctor Portillo, músico)
Desde “Ninguna Religión” hasta “Rescate Sinfónico”
Corría el año 1990 y aparecía en el incipiente mercado musical cristiano de la Argentina un casete con una portada un tanto insulsa, pero que reflejaba ganas de hacer algo distinto a nivel visual y, por supuesto, en lo musical también. “Ninguna religión” era el título de este EP de 6 canciones con el que Rescate se presentaba en sociedad. Ese año, la banda de San Nicolás iba a ser recordada por haber sido la primera agrupación cristiana en ser telonera de una banda popular de aquél entonces, como lo eran Los Pericos, a la que le abrieron un show en su ciudad natal. Esa noticia recorrió los medios radiales y también se vio reflejada en las páginas de la revista Visión Joven. Todo el mundo se preguntaba, “¿quién es Rescate?” Y la banda se encargó de responder esa pregunta a base de buenas canciones, por ende, buenos discos, shows bien producidos y un feeling con el público como pocas veces se había visto hasta ese momento. En ese entonces, el cantante Ulises Eyherabide era secundado por Jonathan Thompson, Marcelo Vitrano, Walter Albornoz, Adrián Falgetelli, Esteban Albarracín y Juan Manuel Peralta.
Dos años más tarde aparecería “Puentes para madurar”, con la marcada impronta de Marcelo Mollo, la nueva adquisición de la banda y principal compositor, junto a Ulises, de las canciones de ese disco. Ya por esos años, la banda comenzaría a cobrar favoritismo por parte del público.
En 1994, la banda quiso reivindicar aquella primera producción y la relanzó en CD, con el agregado de tres canciones remixadas y un tema inédito. Así nació el “Remix: Ninguna Religión”, que se presentó ante más de 2000 personas en el ex Cine Cuyo, del barrio porteño de Boedo.
En 1997, Rescate editó el disco, tal vez, menos popular de su carrera: “El pelo en la leche”. Ya con Marcelo Tega, Rubén López y Sergio Ramos afianzados definitivamente en la banda, transitó por una cornisa musical, pero que años más tarde la depositaría con un disco que iba a ser, quizás, una bisagra en su carrera.
Se trató de “No es cuestión de suerte”, lanzado en el año 2000, con un rock latino tan actual en ese tiempo. Definitivamente, si había dudas sobre la banda, se disiparon con este disco excelentemente producido, no sólo en lo musical, sino también en lo visual.
No pasó mucho tiempo para que hicieran su aparición en el mercado otros discos de grueso calibre como “Quitamancha” (2002) y “Una raza contra el viento” (2004, en vivo), ya con un sello disquero detrás y con el aporte de productores de calibre internacional para garantizar que este disco trascendiera las fronteras. Y vaya si lo consiguieron. Comenzaron allí las nominaciones y los premios. Varios premios ARPA le dieron notoriedad dentro del circuito cristiano, pero la obtención del Premio Carlos Gardel, en 2008, los catapultó definitivamente en la consideración popular. Esto fue con “Buscando lío”, el disco más rockero de Rescate, lanzado un año antes, con una versión reducida de la banda, y con Marcelo Barrera como guitarrista.
En 2009 llegó el tiempo de “Arriba!” y en 2014 la casi despedida con “Indudablemente”, ya con el sello CanZion en la solapita. El cierre de tan exitosa carrera se dio con “Rescate Sinfónico”, en 2018, con la participación de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Florencio Varela, tras una presentación realizada en el Centro Cultural Kirchner, ese mismo año.
Dos años más tarde aparecería “Puentes para madurar”, con la marcada impronta de Marcelo Mollo, la nueva adquisición de la banda y principal compositor, junto a Ulises, de las canciones de ese disco. Ya por esos años, la banda comenzaría a cobrar favoritismo por parte del público.
En 1994, la banda quiso reivindicar aquella primera producción y la relanzó en CD, con el agregado de tres canciones remixadas y un tema inédito. Así nació el “Remix: Ninguna Religión”, que se presentó ante más de 2000 personas en el ex Cine Cuyo, del barrio porteño de Boedo.
En 1997, Rescate editó el disco, tal vez, menos popular de su carrera: “El pelo en la leche”. Ya con Marcelo Tega, Rubén López y Sergio Ramos afianzados definitivamente en la banda, transitó por una cornisa musical, pero que años más tarde la depositaría con un disco que iba a ser, quizás, una bisagra en su carrera.
Se trató de “No es cuestión de suerte”, lanzado en el año 2000, con un rock latino tan actual en ese tiempo. Definitivamente, si había dudas sobre la banda, se disiparon con este disco excelentemente producido, no sólo en lo musical, sino también en lo visual.
No pasó mucho tiempo para que hicieran su aparición en el mercado otros discos de grueso calibre como “Quitamancha” (2002) y “Una raza contra el viento” (2004, en vivo), ya con un sello disquero detrás y con el aporte de productores de calibre internacional para garantizar que este disco trascendiera las fronteras. Y vaya si lo consiguieron. Comenzaron allí las nominaciones y los premios. Varios premios ARPA le dieron notoriedad dentro del circuito cristiano, pero la obtención del Premio Carlos Gardel, en 2008, los catapultó definitivamente en la consideración popular. Esto fue con “Buscando lío”, el disco más rockero de Rescate, lanzado un año antes, con una versión reducida de la banda, y con Marcelo Barrera como guitarrista.
En 2009 llegó el tiempo de “Arriba!” y en 2014 la casi despedida con “Indudablemente”, ya con el sello CanZion en la solapita. El cierre de tan exitosa carrera se dio con “Rescate Sinfónico”, en 2018, con la participación de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Florencio Varela, tras una presentación realizada en el Centro Cultural Kirchner, ese mismo año.
By: La Batea Magazine