Si alguna vez subiste a una montaña rusa aterradora, probablemente sepas que cuando el miedo y la adrenalina entran en acción, los gritos son la reacción habitual, y no es algo que se controle fácilmente.
Japón está levantando en estos días su estado de emergencia, y los parques temáticos podrán reabrir después de estar cerrados desde febrero. Pero para mantenerse alerta y evitar la propagación del coronavirus a través de microgotas, un grupo de 30 operadores de parques temáticos en el país está pidiendo a los visitantes que no griten en las atracciones al aire libre.
Y como si la regla de los gritos no fuera lo suficientemente difícil de hacer cumplir, también se alienta a los empleados a mantener conversaciones cortas y, en su lugar, comunicarse con gestos con las manos o expresiones oculares con los clientes.
También se introducirán otras medidas más razonables y esperadas, como la obligación de utilizar máscara facial, medidas de limpieza intensificadas, controles de temperatura, pautas de distanciamiento social, y limitación de la entrada a visitantes de ciertas prefecturas.